El Ego es la toma de consciencia de individualidad, es el «yo» que nos separa del «tú». En la filosofía hindú este ego se conoce como Ahamkara, y es uno de los estadios (tatva) más importantes a superar para poder llegar a unirse con la consciencia universal. Efectivamente, si hay un reconocimiento de «uno mismo» diferente a «los demás», no hay reconocimiento de un «alma universal» o Athman. Buscando algo más de información sobre el concepto de Ego, he encontrado este magnífico artículo, con un vídeo a no perderse de Thich Nhat Hanh al respecto.

El ego del profesor de yoga

Hace unos días, una buena amiga que lleva practicando yoga desde hace más de 20 años me dijo: «los profesores de yoga tienen en general un ego muy grande».

«Yo». «Mis alumnos». «Mis seguidores». «Mi sala». «Mi práctica». «Mi ropa». «Mis esterillas». «Mis años de práctica». «Mis títulos». «Mi gran ego». Hay que ser sinceros y aceptar que escapar de esto es difícil: cuando eres profesor y la gente te agradece continuamente al finalizar la clase, cuando has hecho muchos cambios en tu vida para ser más yogi, cuando has conseguido dejar el mundanal ruido de las necesidades artificiales para alejarte y seguir tu senda… Te sientes orgulloso/a de ti mismo/a. Y eso puede crear apego… ¿y qué harás si lo pierdes?

Como explica Osho en su libro «Yoga: Ciencia del alma Vol. 2», la senda hacia la liberación es la misma para todos. Todos estamos igual de lejos: el salto al vacío que nos lleva a la unión con la conciencia universal es el mismo para todos, tengamos 50 años de práctica de yoga o 0 años. En el Zen, por ejemplo, no hay que hacer nada. Solo hay que sentarse. No hay una senda a seguir como la senda de Patanjali. Patanjali nos hace creer que paso a paso podemos avanzar hacia la autorealización, pero el salto final al vacío es el mismo para todos. Incluso para el yogi es más complicado, porque cuando saltamos, soltamos todo lo que hemos creado a lo largo de nuestra vida: «mis alumnos», «mis clases», «mi práctica», «yo yo yo».

El ego del profesor de yoga está ahí. Hay que observarlo. No es distinto del ego de cualquier otra persona, pero sí es cierto que puede inflarse fácilmente. Nadie se libra, así que siempre hay que observarlo. Tened claro, sin embargo, lo que dice la Bhagavad Gita al respecto: si sigues tu Swadharma, el ego desaparecerá por sí solo. ¿Es realmente ser profesor de yoga tu camino?

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